Se ha estrenado recientemente el film estadounidense “Las sesiones” que alude a un entrenamiento terapéutico administrado a un hombre con una alta discapacidad. La historia que nos cuenta se basa en un hecho real ocurrido a un periodista que vivió la mayor parte de su vida enclaustrado en un pulmón de acero y que prácticamente carecía de movilidad. A pesar de ello logró licenciarse en una universidad de California y mantenerse lúcido y, en lo posible, independiente hasta su muerte. La historia es conmovedora no solo por la situación que describe -la vida diaria de una persona con alta discapacidad- sino también por el auténtico asunto del que habla: la sexualidad de las personas con discapacidad mediante el ejemplo de una con alta discapacidad. En el relato podemos ver como, hace unas decenas de años, era posible considerar a estas personas con derechos más plenos de lo que es posible hoy. O sería en aquella parte del mundo. No solo pudo contar el protagonista con varios ayudantes comprensivos y competentes en la atención de todas sus necesidades, tanto físicas como afectivas, sino que también había en su región, California, un centro universitario dedicado al estudio y atención de los derechos sexuales de personas con discapacidad alta. Han transcurrido varias décadas desde el fallecimiento del protagonista. Ignoro la situación actual de estas personas y de la atención a su sexualidad tanto en California como en los USA pero si creo conocer la situación en este aspecto de las personas con alta discapacidad en nuestro país. Para decirlo fácil: cada uno se arregla como puede. No se conoce la existencia de ningún centro ni unidad encargada de este tipo de estudios y atención a la sexualidad. Entre otras cosas porque, debido a la contrarreforma moral que estamos viviendo, a alguien le preocupan las cuestiones sexuales? Y concretamente, la sexualidad de las personas con discapacidad está en la Agenda Pública? 31 diciembre de 2012 Josefina González |
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